jueves, 22 de septiembre de 2016

Nintendo en mi propia casa!


Recuerdo aun la primera vez que la consola Super Nintendo llego a mi casa. Era el año 1995, mi abuelo y yo habíamos ido a la, ahora extinta, Feria del Hogar, precisamente en esa feria había un pabellón dedicado íntegramente a aparatos electrónicos; nosotros, como años anteriores, habíamos ido solamente a curiosear, subir a uno que otro juego mecánico y, quizás, comprar una manzana acaramelada o algodón dulce. Yo no sabía lo que iba a pasar ese día, el regalo que me iban a hacer y como mi vida no sería la misma desde aquel día.

Entramos al pabellón y habían muchísimas cosas increíbles, los nuevos televisores, equipos de sonido que tocaban la respectiva canción de moda entre otras cosas, pero nada me llamo más la atención que el stand donde, además de vender televisores y radios, también vendían el Super Nintendo. Como cualquier niño de 8 años, me acerque y me quede pegado al televisor de 29 pulgadas (gigante para mi) viendo como 2 personajes, uno con vestimenta roja y otro con vestimenta blanca peleaban entre sí, ya sabrán que hablo del Street Fighter II. Obviamente esta no era la primera vez que veía el Super Nintendo, ya lo había visto y jugado en una tienda donde alquilaban videos cerca de mi casa y tenían 6 de estas máquinas para alquilarlas al público a 50 céntimos la media hora y un sol la hora, por lo tanto no era ajeno a mí, pero nunca lo había visto en una tienda ni fuera del local donde lo alquilaban, además que este estaba nuevecito (no como los de la tienda de alquiler de películas, sucios) y además a la venta.

Lo primero que hice fue llamar la atención de mi abuelo, ya que él estaba viendo los equipos de sonido muy concentrado. Comencé a hacer ruidos extraños y fuertes hasta que volteo y le grite: ¡mira! Mi abuelo no le presto mucha atención a mi elevado entusiasmo en ese momento pero, gracias al destino, se acercó un vendedor y con su labia de comerciante experimentado y sus miles de movimientos de brazos convenció a mi abuelo que el precio era bueno, que el aparato era una buena compra y que debía llevarlo ya, porque solo quedaban pocos. Raramente mi abuelo se dejó convencer, creo yo, gracias a las peripecias del vendedor, pero también a la cara de emoción que tenía yo cogiendo la pantalla del televisor donde se proyectaba el juego.

Al final mi abuelo me compro el Super Nintendo, nos dijeron que teníamos que esperar unas 2 semanas para ir a recogerlo a la misma empresa porque ellos en la feria no tenían los artefactos, cerramos el trato y yo salí feliz, muy feliz para ser exacto, por fin tendría mi propio Super Nintendo solo para mí, estaba muy emocionado, tanto que no me había percatado que solo estábamos adquiriendo la consola, mas no los juegos, ni uno solo, problema que luego se resolvería.

A las 2 semanas fuimos a la empresa que nos indicaron. En el segundo piso  de esta, tenían una especie de pequeña tienda donde exhibían sus productos más novedosos, en la cual, obviamente, también había un Super Nintendo, pero no cualquier caja normal de Super Nintendo, era un bundle, el primer bundle que vi en mi vida, era la consola más el juego Donkey Kong Country (juego del que yo jamás había oído hablar) y en la caja señalaban el nombre de tan novedoso paquete: Super Nes Donkey Kong Set.

Rápidamente me acerque a mi abuelo y le hice notar tamaña novedad; mientras observábamos el juego, que estaba en modo de prueba y veíamos como el gorila y el monito saltaban de árbol en árbol en una jungla en 3D (cosa que tampoco había visto antes), uno de los trabajadores se acercó a nosotros. Lo primero que nos dijo fue que lo que estábamos viendo era un nuevísimo lote de Super Nintendos que les había llegado, que era lo último y que por tan solo un pequeño incremento de dinero no podríamos llevar ese novedoso producto a casa. El juego se veía muy entretenido, tanto que hasta a mi abuelo le parecieron simpáticos esos 2 primates, por lo tanto decidimos llevarlo y así se solucionaba el problema de no tener ningún juego.

Luego el trabajador quiso venderle a mi abuelo un televisor de 29 pulgadas con un sistema llamado picture in picture que, según las palabras del vendedor, sería lo que haría que se eliminen todos los problemas de la vida de mi abuelo. El sistema consistía en que dentro de la imagen normal de la televisión aparecía una pantalla mucho más chica donde podías ver otro canal o, como bien indicaba el vendedor, castigar, en este caso a mí, si es que me portaba mal y ponerme a jugar en esa pequeña pantalla mientras mi abuelo podría disfrutar del programa de su elección. A mí me entusiasmo bastante, no este sistema, sino la televisión de 29 pulgadas, no teníamos una así en casa y se veía espectacular. Mi abuelo se percatado de eso y me dijo que otro día seguiríamos viendo más cosas, que ya era hora de irnos, sabia decisión.

Recuerdo salir de empresa y rápidamente tomar un taxi hacia casa; en el camino yo quería abrir la caja pero mi abuelo me decía que no, que esperara a llegar a casa porque seguramente habría alguna pieza chiquita y la podía extraviar o romper, que lo mejor era llegar y ya en la casa con más tranquilidad abrirlo y así lo hice.

Llegamos y ni bien pisamos la sala, me abalance sobre la caja destruyendo los adhesivos de protección y abriendo la caja con una velocidad increíble. Venía en un armazón de tecnopor y era hermoso; sus colores plomo, lila y morado eran la perfecta combinación para tan lindo producto, quede enamorado.

Me acuerdo que lo primero que mi abuela dijo fue que no lo conectáramos en el televisor de la sala porque lo íbamos a “malograr”, así que tuvimos que instalarlo en el cuarto de mi mamá que si tenía televisor, porque el mío no tenía. Mi abuelo y yo lo logramos conectar rápidamente el aparato y listo, ya solo quedaba prenderlo y probar tan maravillosa compra. Antes de prenderlo y comenzar una de las primeras grandes aventuras que tuve a lo largo de mi niñez (y hasta hoy en día) gracias a este y otros maravillosos títulos que adquirí con el pasar del tiempo, le agradecí a mi abuelo por este increíble regalo que me había hecho sin saber, en ese momento, la magnitud y el pedazo de regalo que me acaban de hacer, el cual cambiaría mi vida para siempre.


Lo que pasó luego con ese juego y con todos los demás juegos que he disfrutado desde ese día hasta el día de hoy son otra historia, materia para alguna otra oportunidad. 

miércoles, 1 de octubre de 2014


¿Alguna vez has escuchado la frase: "nunca sabes lo que tienes hasta que lo pierdes? Naturalmente si, pero no creas que esto trata sobre relaciones interpersonales, líos amorosos o salud emocional, no, esto va mas allá, es algo de mucho mas importancia. Se trata de salud si, pero la salud de nuestro planeta que debería ser de importancia global.

Nuestro planeta esta siendo contaminado, se están matando especies animales y vegetales, se esta talando indiscriminadamente los arboles e incontables actos de destrucción para con nuestro planeta y por mas que científicos, medios de comunicación y gente a la que si le importa lo que sucede con el lugar donde vivimos advierten y comunican el daño que se le esta causando muy poca gente toma conciencia de esto y hasta algunos prefieren ignorar el problema.

Ignorado o no, lo que en realidad estamos haciendo es destruir el lugar donde vivimos por medio de desechos tóxicos, contaminando el aire y los océanos, eliminando ecosistemas y hábitats necesarias para la supervivencia de varias especies y cantidad de actos deplorables, pero la pregunta es: ¿estamos consientes de esto?

La respuesta salta a la vista ya que se nos bombardea con información del daño que estamos infringiendo al mundo donde vivimos pero la gente, aun después de muchas catástrofes, lo que se ve en los medios de comunicación sobre calentamiento global o derretimiento de los polos, no le da la importancia que esto merece.

Si nos consideramos una especie tan superior comparada con los animales salvajes, porque somos los únicos que destruimos el lugar donde vivimos y lo peor es que sabiendo que lo estamos haciendo continuamos con ello. Utilizamos el ingenio y la inteligencia en para crear artefactos destructivos con los que nos matamos unos a otros en nombre de la paz o por defender diferentes lugares del planeta que consideramos "nuestros" como si realmente poseyéramos estos. Damos importancia a cosas que no merecen tanta como el dinero o la moda, cuando hay cosas mucha más importantes como que si seguimos por este rumbo autodestructivo el mundo como lo conocemos no podrá ser visto por las siguientes generaciones.

Como habitantes de este planeta y siendo este el lugar que habitamos nuestra responsabilidad primordial debería ser cuidarlo y protegerlo. Aun sabiendo que esta responsabilidad recae en todos debemos tener en cuenta que gran parte del daño es causado por empresas inescrupulosas que lo único que buscan es el máximo beneficio monetario dejando de lado el respeto por la vida y obviando métodos que puedan minimizar el daño al medio ambiente por ser estos costosos o no muy fáciles de implementar en su visión empresarial porque disminuirían su ganancia y es aquí donde los gobiernos podrían frenar esto con políticas que mermen esta situación. El derecho ambiental influye mucho aquí y los gobiernos deberían de tomar en cuenta mas esto aplicando leyes sobre contaminación destinadas a las empresas que mayor daño causen al medio ambiente.

Pero como dije antes este es un problema de todos y no solo responsabilidad de políticos y de grandes empresas, así que cada quien debe tomar en cuenta que nuestras acciones serán vitales y claves para preservar el lugar en el cual vivimos así como también nuestra propia salud y la salud y beneficio para futuras generaciones ya que el cambio que logremos con nuestras acciones no solo nos beneficiara a nosotros sino a nuestros hijos y nietos. Dejar de lado por un momento el egoísmo y ponernos a pensar un poco en que con nuestros actos estamos provocando daños irreparables para los futuros habitantes de nuestro planeta.

Importante es tomar conciencia lo más pronto posible y darnos cuenta que con pequeñas cosas podemos generar un gran cambio de forma individual y tratar de expandir esta información y poder tener cambios mayores como conjunto.

Hay cosas muy simples que podemos hacer para ayudar a combatir este problema y les voy a dejar algunas para que las pongan en práctica y podemos agregar nuestro granito de arena para el bien de este nuestro mundo:

- Mantén la ducha abierta sólo el tiempo indispensable, cerrándola mientras te enjabonas.
- No arrojes ningún tipo de basura al mar, ríos o lagos.
- El gel, el champú y los detergentes son contaminantes. Hay que usarlos con moderación y de ser posible optar por productos ecológicos.
- La ley de las 3 Erres: RECICLAR, REDUCIR el consumo innecesario e irresponsable y REUTILIZAR los bienes.
- No derroches servilletas, pañuelos, papel higiénico u otra forma de papel.
-Disminuye el consumo de carnes rojas ya que la cría de vacas contribuye al calentamiento global, a la tala de árboles y la disminución de los ríos. Producir un kilo de carne gasta más agua que 365 duchas.
- Evita usar en exceso la plancha, el calentador de agua o la lavadora, que gastan mucha energía y agotan los recursos para generarla. Esto lleva a que los países se vean en la necesidad de usar petróleo, carbón o gas para copar la oferta energética, combustibles que generan gases como el dióxido de carbono, que suben la temperatura.
- Apaga la televisión, radio, luces, computadora (pantalla) si no las estas usando. En tu lugar de trabajo apaga las luces de zonas comunes poco utilizadas.
- Utiliza focos ahorradores.
- Empieza a utilizar la bicicleta en la medida de lo posible o camina.
- Usa y fomenta el uso de productos hechos a partir de papel usado.
- Educa a los más jóvenes, a tus empleados, a tus vecinos, a tus amigos y a todos los que conozcas en el respeto a la naturaleza y las consecuencias de no respetarla.
- Si ves basura en la calle recógela y llévala hacia un tacho de basura.

Y no olvides plantar un árbol aunque sea una vez en tu vida, son cosas sencillas que tu y tus conocidos pueden hacer para generar el cambio, recuerda, solo tenemos un mundo... CUÍDALO.